También conocido como el palacio de los Alvarado, fue construido en la segunda mitad del siglo XVIII por Don Pedro Antonio de Alvarado Zorlado y Haro. Este palacio ha sido descrito como un ejemplo de palacio barroco montañés en Cantabria, por poseer todos los elementos propios de este estilo arquitectónico. Se trata de un edificio construido en sillería, compuesto por una vivienda con cuerpo central y dos pisos, una torre de cuatro pisos anexa a un extremo. Además cuenta con una amplia corralada que rodea todo el recinto. En la torre se sitúa el escudo de las armas de Alvarado, Maza y Zorlado. En el extremo de la vivienda se encuentran las cocheras, caballerizas y una hermosa capilla de estilo herreriano, con la advocación de la Virgen del Carmen. Además en este extremo posee una galería porticada.