Cueva de la Garma

Descubierta de forma casual en 1995 por miembros del grupo de espeleología G.E.I.S Raba y Carballo, mientras investigaban otra cavidad de la zona (la Garma B). En ese momento encontraron la boca de la cueva, por donde se accede a la entrada y al yacimiento del piso superior. Pero no fue hasta el 2 de noviembre de 1995 cuando J. M. Ayllón y M. L Serna descubrieron la galería de pinturas del piso inferior. Declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2008, situada en el monte de la Garma de Omoño (Ribamontán al Monte), es conocida a nivel internacional por ser uno de los yacimientos arqueológicos de mayor importancia de Europa. En esta cueva se registra la evolución de los pobladores a lo largo de varios miles de años. Los restos hallados en la Garma, en concreto en la parte más externa de la cueva, son de todo tipo: representaciones grabadas, restos de animales (molares de elefantes, restos de tigres, leones etc.), restos de utensilios, enterramientos humanos. En cuanto a las pinturas, se encuentran principalmente en el vestíbulo principal, aparecen figuras de cuadrúpedos herbívoros y también signos humanos. Estas pinturas han sido datadas con una antigüedad aproximada de entre 13.500 y 29.000 años (periodos Auriñaciense y Magdaleniense).

El Museo de Arqueología y Prehistoria de Cantabria (MUPAC) realiza visitas virtuales de la cueva de la Garma, previa reserva.